¿Qué fue de Maxi López? ¿Dónde pone los huevos 'La Gallina'?

Fichó por el Barça en el mercado hivernal de 2005 para sustituir a un Henrik Larsson lesionado. Duró temporada y media

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16 de agosto de 2018, 12:55

Maxi López siempre ha tenido algo. Aunque pasase con más pena que gloria ante la oportunidad de su vida tiene algo intangible que a muchos craks les falta: caer bien sin quererlo. Esta aptitud quizás no le sirvió para triunfar en el Camp Nou, pero muchos aficionados al fútbol, sin saber por qué, guardan un buen recuerdo de este bonaerense. Actualmente tiene 34 años y fichó por el Barcelona cuando era un polluelo de 21 años procedente de River Plate. Era la temporada 2004-2005 y los culés pagaron algo más de seis millones de euros por él. Su adaptación al vestuario fue rápida y ejemplar pero en el terreno de juego solo consiguió marcar tres goles en año y medio. El de mayor importancia, sin duda, fue el primero de ellos: el que marcó al Chelsea de Mourinho en la ida de los cuartos de final de la Champions. El equipo dirigido por Rijkaard cayó en Stamford Bridge en la vuelta y tuvieron que esperarse al curso siguiente para alzar la orejona.

Nadie le podrá quitar de su palmarés esa Champions ni las dos ligas conquistadas pero el polluelo se convirtió en polla (gallina joven) y siguió su camino lejos del Barça, lugar donde ya nunca regresaría. Primero se fue cedido al Mallorca y en 2007 el FC Moscú lo fichó. El Barça pudo recuperar dos millones de euros por el traspaso y después de no triunfar en Rusia se fue al ‘brasileirao’ de la mano del Gremio. Tras volver a Europa empezó su andadura por el Calcio, donde ya es un archiconocido para el tifosi medio. Hecho y derecho como toda gallina debería ser, López ha vestido numerosas elásticas: Catania, Milán, Sampdoria, Chievo, Torino y Udinese. En los bianconeros parecía haber encontrado regularidad pero al final de la temporada pasada cayó en el ostracismo y alternó titularidades con el banquillo. Su mayor hazaña, su highlight del año fue sin duda los cuatro goles que le endosó al Peruggia en Coppa.

Quizás unos de los motivos por los que Maxi López cae bien es por la mala jugada que le tocó vivir en el campo del amor. Más protagonista en la prensa rosa que en los rotativos deportivos, López fue víctima de algo que los argentinos odian profundamente: el hecho de no tener códigos. Su verdugo fue el canterano que cuando fichó por el Barça le pedía autógrafos tímidamente. A día de hoy suena con fuerza para reforzar el ataque del Real Madrid: Mauro Icardi.

Su ex amigo. Coincidieron como jugadores del primer equipo en la Sampdoria, se enrolló con su mujer y madre de sus tres hijos: Wanda Nara. Le robó, prácticamente, a su familia ya que se fue a vivir con sus hijos y actualmente, después de tener dos hijos más con Wanda, forman una familia más que numerosa.

Recientemente Wanda se quejó públicamente de cómo le hablaba Maxi pero seguro que argumentos no le faltan. Cuando sucedió este triangulo amoroso numerosas personalidades le brindaron su apoyo, entre los más destacados el de Diego Armando Maradona (estuvo con Nara antes que Maxi). Incluso un capo de la mafia siciliana le ofreció sus servicios para liquidar al que robó el amor de su mujer y sus tres hijos.

Actualmente Maxi López ha vuelto a Sudamérica y se encuentra haciendo las pruebas con el Vasco de Gama. De hecho están bastante preocupados por su estado físico y es que en las últimas imágenes hemos podido ver como está para hacer un buen caldo de Navidad.