Estamos viviendo todo un cambio generacional en el mundo del fútbol. Mientras el ciclo de futbolistas históricos ya se está acabando, aparecen nuevos que nos llenan de ilusión con su desparpajo y calidad. En Inglaterra andan locos con Billy Gilmour, un joven centrocampista de solo 18 años que dio toda una masterclass en el partido de FA CUP que el Chelsea, su equipo, ganó al todopoderoso Liverpool.
Su estatura le hace muy pequeño al lado de sus compañeros de profesión, pero cuando pone los pies en el verde se convierte en gigante. Tanto, que fue elegido como Man of the match en el partido contra los de Klopp. Lampard se plantea seriamente darle la batuta del centro de campo en la Premier.
Pero al parecer no todo el mundo está satisfecho con la aparición de nuevos talentos. Hay algunas estrellas y veteranos que no soportan que un jugador que está empezando destaque por encima del resto o simplemente se atreva a plantarles cara. Eso es lo que le ocurrió a Harry Maguire, costoso central del Manchester United, cuando se enfrentó al talentoso futbolista escocés en eliminatoria de la Carabao Cup.
Gilmour pasó una mala noche por la eliminación de su equipo, pero también por el mal rato que le hizo pasar el defensa cuando intentó superarle con el balón en los pies.
Me empujaba y me agarraba de la nuca. Me decía que sólo era un niño pequeño. No dejaré que vuelva a suceder. Ahí tengo que aprender a ser más fuerte. El momento en que me agarró en el área me servirá para aprender
Actitud totalmente de abusón.