12 dramas a los que te debes enfrentar cuando te independizas

1. Tu madre ya no está ni para arroparte ni tampoco para cuidarte cuando te pones enfermo

Y menos aún, para traerte el papel higiénico cuando se te acaba en plena faena. "Madre no hay más que una".

2. Te sientes como Macaulay Culkin cada vez que escuchas un ruido de noche cuando intentas dormir

Eso sí, ya tienes identificados una serie de objetos en tu habitación que te servirían como arma de defensa personal. "Esa lámpara podría hacer mucho daño".

3. Ya no te encuentras la cena hecha en la mesa

Hazte a la idea. Eso no volverá a ocurrir. Nunca más.

4. Por eso, empiezas a tirar de congelados, de bocatas, de pasta y, sobre todo, de los tuppers de tu madre

5. Y lo peor de todo: ¡tienes que ir tú mismo a hacer la compra!

¡Cuánta indecisión de golpe! Pero tranquilo, no te sientas presionado, lo único que está en juego es tu salud.

6. Tienes que familiarizarte y llevarte bien con ella, porque es tu nueva y 'mejor amiga'

Y es insaciable.

7. Y aprendes que la ropa no se tiende sola ni tampoco se cuelga en el armario por arte de magia

Aunque este sistema molaría...y mucho.

8. Le dices adiós a los domingos; el día que antes le dedicabas a las resacas se convierte en el día de la limpieza

Y encima nadie te paga por ello.

9. Entiendes el sentido de la frase: ¡No me pises lo fregao'! Y la empiezas a decir cada 2 por 3

"Con lo que me ha costado...".

10. Haces cenas en casa porque te da caché, pero luego te das cuenta de que es la peor idea que podías tener

Sí, tus colegas te bajan la basura, pero adivina quién va a tener que dejar la casa como los chorros del oro...

11. Lo (poco) que ahorrabas cuando vivías en casa de tus padres desaparece, ahora tu sueldo se esfuma

El alquiler, la comida, las facturas y un mínimo de ocio funden tu nómina. Ah, y también los calcetines, que ahora te los compras tú.

12. Los regalos de tu cumpleaños, de Reyes y de otras fechas señaladas dejan de molar y pasan a ser utensilios para la casa

"Paso de este juego de ollas. ¡Yo quiero mi Play 4!".