El chocolate es una de esas cosas que unen a las personas, pocos son los que se resisten a sus encantos y de hecho a más de uno y más de una le supone un auténtico suplicio rechazarlo cuando sabe que lo tiene disponible. No, no nos patrocina ninguna empresa chocolatera, pero es cierto y cuando algo es verdad, es verdad.

Una de las chocolatinas más populares del mundo sin lugar a dudas es la marca de la que os hablaremos a continuación y es por eso que esta iniciativa es tan importante. Kit Kat (propiedad del gigante alimenticio Nestlé) ha lanzado en Japón una nueva línea que no solo alegrará el día al que se la coma, sino que además promete ayudar al Medio Ambiente. Como muchos sabemos, en el país nipón estas chocolatinas presentan algunos sabores diferentes a los que tenemos por aquí y que, a nuestros paladares occidentales le parecen de lo más curiosos: wasabi, sake o flores de sakura, por ejemplo. En muchas ocasiones se presentan en formato mini para un pequeño capricho o para llevar como regalo o souvenir, pero esto implica muchos envoltorios de plástico ya que cada una de estas pequeñas chocolatinas lleva, además del envoltorio general del paquete, un plástico protector.

Pues bien, a partir de este año, los Kit Kats de Japón ya no presentarán este packaging sino que vendrán envueltas en papel con instrucciones concretas para convertirlo en un origami. ¿Puede haber algo más japonés?

Esta nueva presentación empezará con sus 5 sabores más populares en formato mini: original, matcha y otona no amasa (nivel de dulce adulto, menos dulce que los normales). Con esto evitarán que los 4 millones de Kit Kat mini que se venden a diario en Japón contaminen tantísimo y, además, se convertirán en un regalo más que perfecto para los que visiten el país, un movimiento estratégico muy inteligente por parte de Kit Kat.

Este cambio positivo se espera que hará que reducirá el impacto plástico de la marca en 380 toneladas al año. Nada mal. Seguro que otras marcas les seguirán con iniciativas similares. Y ya era hora.